En cualquier categoría, incluso en el fútbol profesional, se cometen errores tácticos que pueden condicionar el desarrollo del partido. La clave para todo entrenador es detectarlos a tiempo y corregirlos de forma eficaz en el entrenamiento.
1. Mala ocupación de espacios
Cuando los jugadores se agrupan en zonas del balón y descuidan las zonas débiles, se pierde amplitud y profundidad. Corregirlo requiere tareas donde los espacios se valoren y se premien los cambios de orientación o la circulación hacia zonas libres.
2. Falta de escalonamiento
El posicionamiento en línea recta o al mismo nivel impide progresar. El escalonamiento facilita líneas de pase y mejora la estructura del equipo. Se entrena con tareas de posesión condicionadas, obligando a respetar alturas y distancias entre líneas.
3. Presión descoordinada
Un jugador presiona, pero el resto no acompaña. Esto crea espacios que el rival aprovecha. Para trabajarlo, se deben diseñar tareas de presión colectiva, con roles definidos y activación sincronizada.
4. Transiciones mal ejecutadas
Tardar en replegar o no atacar con velocidad tras recuperar el balón penaliza al equipo. Las tareas con cambios rápidos de rol y objetivos en pocos segundos ayudan a mecanizar estas situaciones.
5. Desconexión entre líneas
La falta de relación entre defensa, medio y ataque genera desequilibrios. Para solucionarlo, se pueden crear juegos reducidos donde los sectores del campo estén obligados a interactuar para progresar o finalizar.
El entrenamiento debe servir para identificar patrones de error y construir hábitos de corrección. Si quieres descubrir cómo diseñar tareas tácticas efectivas, puedes apuntarte a nuestras formaciones COACHSessions o contactar con nuestros profesionales.